jueves, 26 de julio de 2012

Podeis ojearlo, y tal. Autotransfusion Xavi.


La autotransfusión de Xavi

Escucho por la radio las noticias de la selección de fútbol, y las del Barcelona en concreto. Hablan de Xavi Hernández, el santo y seña de los dos equipos, un futbolista admirable, ejemplar. Como futbolista y, dicen, como persona. Está lesionado. Su tendón de aquiles dijo basta hace unos días y renunció a jugar los dos últimos partidos con la selección española. Necesitaba un descanso.
Sin embargo, oigo, con estupor, que el tratamiento que se está aplicando a Xavi es una autotransfusión de sangre. Le sacan sangre propia y se la inyectan en la zona afectada, supongo que después de tratarla. Y los que comentan la información lo hacen con toda naturalidad, la misma con la que lo comentan los médicos que le aplican el tratamiento. Se trata de curarlo, de que el jugador esté en condiciones en el menor tiempo posible. Lógico.
O no tanto. ¿Se imaginan que un ciclista diga que se ha sacado sangre para luego inyectársela? Que yo sepa, en casos así, la Unión Ciclista Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje se lanzan sobre el ciclista y, como mínimo, le suspenden la licencia por dos años, al margen de desposeerle de las victorias y los premios conseguidos desde que se hizo la transfusión.
¿Tendrá residuos plásticos Xavi en su sangre?
Imagino que el tratamiento que le están haciendo al jugador del Barcelona será, simplemente, un asunto de sentido común, a aplicar lo mismo en el fútbol que en el ciclismo, pero en este deporte está instalada la histeria, hasta el punto de que el mismísimo fiscal italiano contra el dopaje, Etore Torri, ha apuntado la posibilidad de dar barra libre a los deportistas.
Por cierto: hace unos años, la casa deportiva que patrocina a Lionel Messi, desplegó una campaña publicitaria en torno al jugador, en la que, entre otras cosas, se mostraba cómo Messi, cuando pertenecía a las divisiones inferiores del Barça, fue sometido a un tratamiento con hormona del crecimiento. Se supone que para conseguir una estatura que le permitiera jugar al fútbol. ¿Lo intentamos con algún ciclista?